viernes, 2 de octubre de 2009

MALABARISMO

Entre las decisiones erradas que arrastramos
y los aciertos que de vez en cuando nos encienden.
Entre huir hacia el lugar más lejano y quedarnos
a enfrentar lo que sea que el día nos depare.
Entre todo aquello que se nos hace pedazos en nuestras manos
y aquello que con cuidado reparamos de la mejor manera que nos sale.
Entre todo lo que podemos decir y todo lo que preferimos callar.
Entre lo que podemos controlar y eso sobre lo cual no tenemos control alguno.
Vivimos haciendo malabarismo, para mantener un equilibrio,
aminorar el daño, maximizar las oportunidades.
Creciendo un poco, retrocediendo otro tanto.
Indagando profundo en nuestro subconciente.
Intentando poder y a la vez, dejando todo de lado...
Buscamos un balance que nos abra los ojos y
nos despierte la sed de querer lograr siempre un poco más.
Pero la verdad es, que vivimos haciendo malabarismo.
Queriendo sanar heridas que se sienten irreparables.
Reemplazando aromas que no se nos borran.
Empezando de vuelta aún cuando no hemos terminado lo anterior.
Llevamos un pie delante del otro y pretendemos avanzar,
cuando tantas veces no hacemos más que retroceder.
Esquivamos el fracaso como un pecado mortal y
condenamos el día a día por sólo tener un día más, ¿y para qué?
Para fingir que logramos lo que muchos llaman "madurar".
Lo que la mayoría nos dice que es lo "correcto".
Lo que las personas buscan simplemente para llenar esos
agujeros que la vida nos va creando y hacemos malabarismo
para terminar creyendo que está bien.
Juntos o separados. Queriendo o negando.
Llamando a gritos o ahogando todo adentro.
Logrando una evolución que tal vez no sea tal.
Ocultando miedos que en realidad nos aterran
y censurando respuestas
que sinceramente creo que son la pura verdad...
Y de ahí la verdad, sólo vivimos haciendo malabarismo.
Día tras día.

No hay comentarios: