domingo, 4 de mayo de 2008

Cansado de ser...

Decís perdón y un vaso termina en el fondo de sed.
Ya fue, me voy, y puertas se cierran dejando caer...
La sonrisa que esquiva a Carlitos que dice que hoy gana el Ciclón.
Le pateo cenizas al piso y me rindo frente a mi portón.
Avanzo por la calle angosta y me llama Graciela al pasar,
le digo: Me abrigo, vos no te preocupes, si llueve no me va a importar.
Voy pensando en que no hace ni un año y las cosas ya no son igual,
las disculpas no cuesta aceptarlas, me cuesta saber perdonar.
Y vuelvo a despertar, cansado de estar tan cansado de ser,
me digo: “No hay mitad que sea tan mala como la que tenés”.
Y olvido que traigo conmigo canciones y amigos,
tu alma es ahora mi estrella.
El dolor ya no hace mal.
Mirando estoy, a veces me toca el silencio total,
colgado de la hoja más alta del árbol que sé imaginar.
Porque hay cosas que sangran por dentro y nadie las puede notar.
Y me acuesto en la cama que un día la ropa te supe robar.
Si percibo en la luna esa luz eterna que reza tu nombre y convida el sabor...
quiero amanecer que mañana no soy si no tuve tu ayer...

Ale Kurz.


Si no nos sale hoy, lo intentaremos otra vez mañana.
Yo sé que a veces puedo ser medio insoportable, pero con vos todo es más fácil.
Te quiero tantísimo.

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