viernes, 5 de septiembre de 2008

Yo sé que lo vi.

Yo sé que lo vi, en algún rincón del planeta, no recuerdo exactamente qué día.
Llovía hacía varias horas y todo estaba teñido de gris.
Las calles, aunque vacías, producían cientos de sonidos diferentes.
Y las casas, aunque enormes y extravagantes, se hacían minúsculas a su paso.

Lo encontré en una esquina, con la mirada perdida, viajando hacia un más allá.
Alto y elegante. Pintoresco pero empapado... algo graciosa esa imagen suya.
Pasó a mi lado y me miró fijo. Y pude verme reflejada en el iris de sus ojos.
Detuvo el tiempo por un instante, contuve por unos segundos el aire.

Yo sé que lo vi, aunque no recuerdo bien qué día.
El aire se hizo más ligero. El camino más estrecho.
Su vida rozó la mía, sólo por un momento.

¡¿Qué mágico ser corretea por las calles de Buenos Aires?!
Ignorando que lo busco. Que lo ansío y que lo sueño.

¡¿Qué absurdo ser anhela lo que nunca ha tenido?!
Extraña lo desconocido. Añora lo que no fue.

Pero yo sé que lo vi. Un día cualquiera, en un rincón cualquiera.
Y me enamoré perdidamente de su paz.

**Quién coño me ha robado el mes de Abril??
Lo guardaba en un cajón, donde guardo el corazón**

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